El coronel de la Guardia Civil (retirado) Alfonso López Clavier,presidente de APTIE que viajó en diversas ocasiones a Israel durante su etapa en activo, considera que es necesario que las misiones de la ONU sean verdaderas misiones para imponer la paz
Las recientes noticias sobre ataques de las fuerzas de Israel a unidades de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (UNIFIL) ha supuesto una importante conmoción en todo el mundo. La pregunta ha sido unánime: ¿Por qué?
Las respuestas van de un extremo al otro, desde la acusación directa a Israel sobre la comisión de crímenes de guerra, de querer quitar de en medio testigos molestos, pasando por planteamientos de no entender las motivaciones, aparentemente, incomprensibles, hasta análisis de la situación y de las posibles motivaciones para que Israel atacase a instalaciones de UNIFIL e hiriese a varios soldados internacionales. Veamos inicialmente el marco de situación.
Cuál es el origen de la misión de Naciones Unidas en Líbano
La UNIFIL se creó en 1978, con un mandato del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas prolongado hasta el 28 de agosto del 2024, como fuerza de interposición en Líbano entre las fuerzas guerrilleras palestinas e Israel.
El motivo fue el ataque de los primeros contra población israelí, provocando la muerte de 38 civiles judíos. La agresión fue contestada por Israel invadiendo la zona del río Litani, buscando alejar a los grupos guerrilleros palestinos de la frontera de Israel, para posteriormente dejar la zona bajo el control al Ejército del Sur del Líbano, antes de retirarse a sus fronteras naturales.
Por desgracia, esta actitud de paz fue celebrada por las fuerzas palestinas y similares como una muestra de debilidad, más que como una demostración de apaciguamiento.
Líbano protestó contra la invasión de su territorio y pidió una fuerza internacional de interposición. Se creó la FPNUL (o UNIFIL, por sus siglas en inglés) con 6.000 soldados desplegados en Líbano y que ahora ya son 9.532 los militares que la integran, más casi un centenar de civiles.
Entre otras, se le asignó la misión de «ayudar al Gobierno del Líbano a garantizar la restitución de su autoridad efectiva en la zona». Su eficacia, a juicio de participantes en ella, fue bastante escasa. Un oficial noruego que desde 1997 estuvo destinado bastantes años en FPNUL manifestó que «aquella era una misión imposible».
La eficacia de la misión de la ONU en Líbano dejó bastante que desear
Su eficacia, por tanto, dejó bastante que desear, dando lugar a la instalación de nuevo en la frontera con Israel de la Organización para la Liberación de Palestina y de grupos chiíes, particularmente Hezbolá, creado en 1982 y ya especialmente virulento, y que no hay que olvidar que se convirtió en una enorme máquina política, económica y militar.
Esta situación, y el intento del asesinato del embajador israelí en Londres, provocó la guerra del Líbano de 1982, conocida como ‘Operación Paz para Galilea’, dando lugar a la entrada del Ejército israelí de nuevo en el Líbano.
Esos días vi la marcha de jóvenes armados hacia la frontera con Líbano
Como anécdota, me encontraba esos días de trabajo en Israel y vi la marcha de grandes cantidades de jóvenes, armados con armas largas, hacia la frontera del Líbano montándose en todo tipo de vehículos que iban hacia el norte.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI o IDF, por sus siglas en inglés) llegaron hasta Beirut, la capital de Líbano, y se mantuvieron los combates hasta el año 1989, año en el que finalizaron temporalmente las hostilidades por el acuerdo de Taif con la Liga Árabe.
Las fuerzas de la ONU eran incapaces de impedir los movimientos de Hezbolá
El Gobierno libanés desarmó a todos los grupos guerrilleros, salvo a Hezbolá, que salió de Beirut y se trasladó al sur. Mientras tanto, las fuerzas de FPNUL se limitaban a ayuda humanitaria, encontrándose incapaces de impedir los movimientos de Hezbolá. Por desgracia, los enfrentamientos continuaron con los años, deteriorándose cada vez más la autoridad del Gobierno libanés.
En los siguientes años, los enfrentamientos continuaron, con entradas y salidas de fuerzas israelíes en Líbano. Pero los regresos de las FDI a las fronteras de Israel fueron tomados de nuevo como muestras de debilidad, en lugar de una demostración de que no existía un afán expansionista en Israel. A pesar de ello, una de las últimas acusaciones a Israel es la de «colonialistas blancos».
Es de extrema gravedad que Israel ataque a fuerzas de la ONU que están en misión de paz
Y ahora, tomando en consideración los ataques israelíes a posiciones de la FPNUL en el sur del Líbano que se están produciendo este mes de octubre, incluidos ataque contra la base principal de la FPNUL en Naqoura (ya van, al menos, cuatro ataques contra posiciones de la misión de la ONU en Líbano), conviene aclarar que, aun en el supuesto caso de que se tuviesen pruebas concretas de que miembros del contingente de la ONU pudieran colaborar con uno de los contendientes, es de extrema gravedad que las Fuerzas Armadas de Israel ataquen a fuerzas de la ONU que están en misión de paz.
Como nación democrática debería presentar las pruebas disponibles y exigir inmediatas aclaraciones y cese de dichas actividades. Hecha estas aclaraciones, conviene identificar algunos puntos que pudieran orientar o aclarar, y jamás justificar, las acciones israelís.
La FPNUL no ha aplicado la resolución 1701 y el Gobierno libanés ha hecho gravísimas dejaciones de funciones
Inicialmente, lo cierto es que, por diversas razones, la FPNUL no ha aplicado la resolución 1701, al igual que el Gobierno libanés ha hecho gravísimas dejaciones de funciones y autoridad permitiendo ambos, uno como nación soberana, y el otro por su misión internacional, que, en su zona de responsabilidad, se establecieran ningún tipo de fuerzas armadas distintas del ejército del Líbano. Y que desde en esa zona actúen milicias armadas, atacando y lanzando cientos de cohetes contra Israel.
Todo ello cuestiona ampliamente la forma de actuar de la ONU en conflictos armados en los que, generalmente, las fuerzas internacionales actúan de meros testigos paralizados por las órdenes, muchas veces ante auténticas matanzas, como en el Congo, Yugoslavia, etc., y no como fuerzas para imponer una paz efectiva.
En el caso del Líbano, su interposición pasiva supone muchas veces problemas operativos serios para las Fuerzas de Defensa de Israel, al tiempo que ofrece una cobertura importante a las guerrillas de Hezbolá.
Igualmente, el permitir que en su cercanía se construyan túneles, a veces, a escasos 100 metros de las torres de vigilancia de FPNUL, y se establezcan zonas de lanzamientos de misiles contra Israel (según se ve en numerosas fotografías y vídeos facilitados por Israel, y no desmentidos por FPNUL), es una gravísima dejación de responsabilidades.
Indonesia, el país que más tropas aporta a la misión de la ONU en Líbano, no ha reconocido al Estado de Israel
Un problema que convendría aclarar es la situación de Indonesia en su participación en FPNUL. Indonesia es un Estado musulmán que no ha reconocido al Estado de Israel. Con 1.234 militares indonesios, es el mayor aportador de soldados a las fuerzas de la ONU en Líbano.
Según informaciones no contrastadas, al parecer los terroristas de Hamás se entrenaron en Indonesia en el uso de parapentes para atacar el 7 de octubre. Igualmente se acusa que, desde algunos puestos de observación cubiertos por militares indonesios, se grababan los movimientos de los tanques y de las tropas terrestres israelís, y que esa información se encontró a disposición de Hezbolá.
Indonesia construyó un hospital en el norte de Gaza, cerca de la frontera fortificada con Israel, y niega la afirmación israelí de que éste se encuentra encima de una red de túneles de Hamás y cerca de una plataforma de lanzamiento de cohetes contra Israel.
«El hospital indonesio de Gaza es una instalación construida por el pueblo indonesio exclusivamente con fines humanitarios y para atender las necesidades médicas del pueblo palestino de Gaza«, declaró el recientemente el Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia.
Sin embargo, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el contraalmirante Daniel Hagari, reveló que, según datos de Inteligencia, el grupo terrorista Hamás está utilizando dichas instalaciones médicas con fines terroristas. «Hamás construyó deliberadamente el Hospital Indonesio para ocultar su infraestructura terrorista subterránea”, afirmó Hagari.
Es necesario que las misiones de la ONU, por cierto carísimas para todos, sean verdaderas misiones para imponer la paz
En caso de ser ciertas estas informaciones, al tiempo que exigir a Israel que, por ningún motivo, ataque a las fuerzas de paz, para evitar cualquier duda, la ONU debería investigar meridianamente que las fuerzas de FPNUL actúan con la más estricta independencia y neutralidad.
Sería igualmente conveniente evitar expresiones como «Israel, criminal», «criminales de guerra», «atacan a UNIFIL porque no quieren testigos de sus atrocidades”, «colonialistas blancos», etc.
Espero haber despejado algunas dudas con esta aproximación a los graves hechos acaecidos, al tiempo que, consciente de las dificultades políticas, aprovecho la ocasión para insistir en la necesidad de que las misiones de paz de la ONU, por cierto carísimas para todos, sean verdaderas misiones para imponer la paz y no ser meros observadores y no creadores de faltas esperanzas a las poblaciones oprimidas, pero ineficaces usualmente.
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