Las ‘guerras de sucesión’ de López Calderón

 

El final de la etapa del actual Jemad, que alguno incluso sitúa antes del verano, ha desatado la habitual carrera por la sucesión. En especial, en el Ejército de Tierra, al que le toca ocupar ese puesto por turno

 

// EFE
López Calderón en una reunión de jefes de Estado Mayor en Segovia

El almirante general Teodoro Esteban López Calderón, jefe del Estado Mayor de la Defensa desde 2021, está viviendo su última etapa al frente de las Fuerzas Armadas. De 70 años, distintas circunstancias, en especial su competencia, han hecho que con esa edad aún continúe como Jemad. En ningún caso puede decirse que su permanencia en el puesto se deba a un apego personal al cargo, sino que vive esta situación, con pocos precedentes, como la obligación de cualquier militar de permanecer en su puesto hasta que el mando ordene el relevo.

Si continúa cumpliéndose la ley no escrita de que el Jemad será un general de Tierra, Mar o Aire de forma rotatoria, en esta ocasión le tocaría el turno al Ejército de Tierra, por lo que es allí donde se producen los movimientos de algunos para intentar ganar puestos en la carrera sucesoria de López Calderón.

Sectores militares consultados por ABC consideran que esta situación está llevando a que algunas decisiones del mando sólo puedan explicarse en esa clave de sucesión, y no porque sean las mejores para el Ejército. Uno de los ejemplos que más se citan es el del teniente general Francisco Javier Marcos, un militar de amplio historial actualmente al frente de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ganó un extraordinario protagonismo por sus actuación durante la terrible dana que arrasó Valencia.

Al margen del hecho innegable de que sus hombres hicieron un gran trabajo en esa crisis, con una dedicación y eficacia extraordinaria, entre sus compañeros de armas se le reprocha su excesiva proximidad a la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el hecho de que en una rueda de prensa respondiese a algunas afirmaciones realizadas por cargos políticos, en este caso de la Generalitat valenciana.

Las fuentes consultadas por ABC creen que con esa actuación, unida al hecho de que el actual Jemad quedase al margen de las decisiones de la dana a pesar de que se hizo el mayor despliegue de fuerzas en tiempo de paz, queda de manifiesto que se trata de un mando con aspiraciones.

Otro de los señalados como posible sucesor de López Calderón –el actual jefe de Estado Mayor del Ejército, Amador Enseñat, parece que no se postula para relevarle–, es el director del Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (Cifas), teniente general Antonio Romero Losada, ascendido a ese empleo una semana antes de pasar a la reserva por orden de Robles, cuando ya estaban convocadas las últimas elecciones.

En este caso, según las mismas fuentes militares, llama la atención que haya optado por mantener un perfil plano, también para el centro que dirige, lo que se atribuye a una estrategia de no cometer errores que puedan comprometerle, teniendo en cuenta además que en el mundo de la inteligencia un fallo anula los éxi

No hay un candidato claro al puesto y eso hace que, ante cada movimiento de los ‘elegibles’, se disparen los rumores

tos que se hayan podido tener en el pasado. Tampoco en el caso de Romero Losada se discute que es un profesional de dilatada experiencia.

No obstante, aunque sean estos dos de los tenientes generales más destacados, las fuentes consultadas advierten de que siempre se pueden producir sorpresas y que incluso generales de división que en este momento parecen no tener opciones podrían ser ascendidos en el último momento y luego ser nombrados Jefe de Estado Mayor de la Defensa sin solución de continuidad.

Lo que no cabe duda es que esta incertidumbre por saber quién puede ser el elegido plantea –nadie en las Fuerzas Armadas discute la legit imidad de que haya quien quiera optar a ser Jemad– provocan algunas disfunciones. Por ello son muchos los que piden que haya una solución rápida a este asunto para que todos sepan a qué atenerse y se detengan de una vez todas estas ‘guerras de sucesión’, como las definen en términos coloquiales.