Macron, el pacificador -Francisco Maruhenda

Macron, el pacificador

Muchos reyes, emperadores y papas recibían antiguamente algún apelativo para definirles tanto a ellos como a su reinado. Algunos nos resultan realmente pintorescos e incluso equívocos hasta que sabemos su sentido. Cuando recuerdo a Enrique II de Castilla me viene a la memoria que era conocido como «el de las Mercedes». Me gusta más que el «fratricida». En lo primero coincidiría con Sánchez que también ha sido y es muy generoso en su compra de la presidencia del Gobierno. El ambicioso Macron ha decidido ser «el pacificador» en la guerra de Ucrania para liderar un alto el fuego justo. A lo mejor consigue superar sus fracasos en Francia entrando en el complejo avispero de este injusto conflicto. Por ello ha convocado una cumbre urgente de líderes europeos en París para intentar que la UE consiga un liderazgo que nunca tuvo. La diversidad europea refleja su grandeza, pero, también, su gran debilidad. El primer problema es que Putin ha mostrado en varias ocasiones que no siente ningún respeto por Macron. Esto es extensible a la UE, ya que los rusos, no solo su presidente, consideran que somos los mayordomos o las marionetas de Washington.

La capacidad de influencia europea, siento decirlo, es irrelevante y es la enésima expresión de un buenismo autocomplaciente de escaso recorrido. La realidad es que no tenemos capacidad económica y militar para ayudar a Ucrania. Lo hemos demostrado en otros conflictos. No hay más que ver el retroceso irreversible de Francia en el norte de África. Es cierto que Macron se siente un nuevo Luis XIV, pero resulta muy poco creíble. La situación interna de una gran parte de los socios europeos no es el mejor aval para forzar una silla en la mesa de negociación. El último gobierno de Macron, presidido por Bayrou, no sabemos si durará unos días o unos meses. Alemania está inmersa en unas elecciones. En cualquier caso, nos cuesta cumplir las exigencias en el gasto de defensa como para aspirar a algo más que a un papel de teloneros y cofinanciadores en el conflicto. Me gustaría una paz justa y que todo fuera distinto, pero Trump es el único que tiene capacidad de interlocución y fuerza para sentar a los contendientes en una mesa negociadora donde Ucrania tiene todas las de perder.

«La capacidad de influencia europea, siento decirlo, es irrelevante»

Fuente:

https://lectura.kioskoymas.com/la-razon/20250217