El Ala 31 del Ejército del Aire y del Espacio ha logrado un hito al realizar el primer lanzamiento High Altitud Low Opening (HALO) a nivel de vuelo 240 desde un A400M español. Este logro ha tenido lugar en el ejercicio Lone Paratrooper, celebrado en el Aeródromo Militar de León.
Dentro de este ejercicio destaca el lanzamiento a alta cota realizado por el A400M del Ala 31, con el uso de máscaras de oxígeno, a 24 000 pies de altura (unos 7.000 metros), según ha informado el Ejército del Aire y del Espacio.
Gran salto
En este espectacular salto han participado unidades del Ejército de Tierra y Ejército del Aire y del Espacio, además del Cuerpo Nacional de Policía, que ha contribuido con el Grupo Especial de Operaciones. Asimismo, han colaborado varios países aliados.
El lanzamiento HALO es un lanzamiento a gran altitud en el que la apertura del paracaídas se realiza a baja cota. Este tipo de saltos se realizan con un fin estratégico y su principal objetivo es la infiltración de tropas en terreno enemigo.
El Lone Paratrooper es un ejercicio combinado cuyo principal objetivo es el de «perfeccionar la colaboración entre las diferentes unidades, tanto nacionales como internacionales, y mejorar la instrucción y capacidades de los saltos paracaidistas a gran altura con el empleo de oxígeno».
A finales del pasado mes de abril, las instalaciones de Airbus en Sevilla acogieron el acto de entrega del avión A400M número 14.
En la actualidad, esta unidad, cuyo lema es «Lo que sea, donde sea y cuando sea» se compone de dos grupos: el Grupo de Fuerzas Aéreas, que vuela las misiones, compuesto por los Escuadrones 311 y 312, y el Grupo de Material, que realiza las revisiones y reparaciones y prepara las aeronaves para volar.
Sus principales cometidos abarcan misiones de todo tipo, desde apoyo aéreo logístico para despliegue de unidades y reabastecimiento en vuelo, lanzamientos paracaidistas y cargas, operaciones aerotransportadas, asaltos aéreos, operaciones de búsqueda y salvamento, transporte de ayuda humanitaria de emergencia, labores de sostenimiento de las misiones de las Fuerzas Armadas fuera de territorio nacional y, por supuesto, las aeroevacuaciones, como se ha puesto de manifiesto en las operaciones de repatriación llevadas a cabo en Afganistán, o más recientemente, Sudán.
Fuente: