Relato emocionante de como un Guardia Civil,mujer de 23 años, dejó claro el valor de la mujer ante tanta clase política haciendo absurdos juegos malabares poniendo ridículamente “os” y “as” para un oportunista encaje sintáctico del género

Efectuó el relevo a las 5 de la madrugada. Con una muleta provista de de cámara camuflada y simulando una cojera, su punto de observación se situaba en la entrada del hospital. A las 7:14 llegó un tipo y al verlo no le cupo duda alguna, era la bestia, el responsable de 11 asesinatos (6 niños y 5 adultos), además de otros 88 en grado de tentativa. Con la puñetera muleta de atrezzo se acercó disimuladamente a él, lo trincó por un brazo, echó mano a su arma reglamentaria y lanzó por el micro escondido en la bufanda las dos palabras mágicas: “es él”.

De repente decenas de falsos enfermos en camilla, celadores y médicos de paripé, pertenecientes a la Inteligencia francesa, practicaron la detención oficial por aquello del respeto a la competencia jurisdiccional.

Cuenta Ángeles Escrivá (posiblemente la plumilla más conocedora del enjambre etarra), que la persona de la falsa muleta es alta, delgada, con cabello rubio, impecable formación técnica y con especialización en “reconocimiento facial”.

Dice también que horas más tardes rompió a llorar desconsoladamente porque era consciente de que con su hábil reacción saldó la deuda de dolor, honor y justicia que el tipejo apresado tenía con el cuerpo de la Guardia Civil. De los casi mil asesinados por ETA, la mitad los puso el glorioso, sufrido y siempre leal Instituto armado.

Pero lo mejor es que esa persona de la muleta de juguete es una MUJER, y además insultantemente joven: sólo 23 años.

Agente del Servicio de Información de la GC formaba parte del contingente desplegado en la zona desde hace 15 días. Se habla de unos 500 agentes. Pone los vellos de punta pensar en el operativo logístico que una cosa así llevará consigo.

Creo que en este país, donde la “moderna” clase política hace absurdos juegos malabares poniendo ridículamente “os” y “as” para el oportunista encaje sintáctico del género, alguna autoridad, respetando el sigilo correspondiente, debería dejar claro que el “final de la escapada” de la bestia lo puso una joven MUJER veinteañera. Y que por muy dura que sea la formación con la forjan a estas unidades especiales, rompió a llorar porque era sabedora de que representa el sentimiento de un colectivo de 90.000 personas ejemplares. PERSONAS, antes que uniformados.

Tenemos el mejor cuerpo policial del mundo y todo deberíamos estar orgullosos de ello. Y por supuesto siempre agradecidos.

Dejo constancia de mi personal gratitud y admiración.

¡VIVA LA GUARDIA CIVIL!
🇪🇸

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