“RESPETO A LOS CAÍDOS POR DIOS Y POR ESPAÑA”

GUERRA CIVIL

La familia del aviador García-Morato exhuma sus restos de la capilla de la iglesia del Carmen de Málaga

El acto se produjo el pasado mes de junio en la más estricta intimidad y por expreso deseo de los descendientes del militar

Tres nietas acudieron a la ceremonia autorizada por el Obispado en la capilla de la cofradía de la Misericordia, de la que el piloto era hermano mayor honorario desde antes de su muerte

El comandante Joaquín García-Morato ABC

PABLO MARINETTO

El deseo de la familia era mantener su intimidad y así ha sido. Hasta tal punto que los hechos han trascendido tres meses después. Los descendientes del aviador del bando sublevado en la Guerra Civil Joaquín García-Morato (Melilla, 1904-Griñón, 1939) exhumaron sus restos el pasado junio de la iglesia del Carmen de Málaga capital, donde reposaban desde 1971.

A la ceremonia, celebrada con la autorización del Obispado y en la más estricta intimidad , según ha adelantado este jueves La Opinión de Málaga, acudieron tres nietas del piloto, que han decidido sacar su féretro del templo para no verse envueltos en polémicas como las que afectan a la familia del general Queipo de Llano, enterrado en la basílica sevillana de la Macarena o la que se suscitó en 2019 la exhumación de Franco.

Los restos de García-Morato reposaban en un nicho ubicado en la capilla de la cofradía de la Misericordia , de la que era hermano mayor honorario junto al Ejercito del Aire. Hasta allí fueron trasladados hace 50 años desde el cementerio malagueño de San Miguel, donde había recibido sepultura por primera vez tras su muerte en una exhibición aérea en Griñón el 4 de abril de 1939, poco después de la guerra.

El hermano mayor de la cofradía, Agustín Soler, ha confirmado a ABC que la exhumación se llevó a cabo tras solicitarlo la familia y con la mayor discreción. La hermandad trasladó la noticia a su Junta de Gobierno en agosto y la placa de mármol que cubría la tumba ha sido retirada de la capilla.

La placa que cubría la tumba antes de ser retirada SUR

Con la decisión, la familia del piloto se ha adelantado a lo que por la vía política ya se había solicitado. Hace justo un año, la comisión de la Memoria Democrática del Ayuntamiento de Málaga acordó instar a la Diócesis de Málaga a iniciar los trámites para la exhumación de los restos del aviador a propuesta del grupo socialista y en cumplimiento de un acuerdo de julio de de 2018.

Ese mismo año, IU y Podemos solicitaron en una reunión de la Comisión que se quitara el nombre del aviador a una calle en la zona del aeropuerto. Fue en el mismo encuentro en el que se aprobó el cambiar la denominación de la avenida dedicada al también piloto Carlos Haya .

El «As de ases»

Ni uno ni otro habían nacido en Málaga, pero ambos tenían un estrecho vínculo con la capital y entre ellos por sus respectivas esposas, María del Carmen y Josefina Gálvez Moll; hermanas e hijas del ilustre médico malagueño José Gálvez Ginachero.

Joaquín García-Morato y Castaño fue considerado como el ‘As de ases’ de la Aviación Nacional al sumar tras el conflicto bélico más de 40 bajas y sembrar el temor entre sus enemigos por su control en el aire. Era un veterano curtido en la guerra de Marruecos, lo que le dio cierta ventaja cuando al principio del conflicto los republicanos mantenían la supremacía.

Ya en los tres primeros meses del conflicto empezó a ser aclamado tras abatir a 15 enemigos, pero fue en la batalla del Jarama cuando tras lanzarse contra 26 cazas de la Segunda República junto a dos compañeros comenzó a fraguarse la leyenda en torno a su figura. Su lema, «¡Suerte, vista y al toro!», es por sí mismo ejemplo del arrojo del militar, que por esta hazaña se ganó la Cruz Laureada de San Fernando, la misma que hoy atesora en su ajuar la Virgen del Gran Poder de la Cofradía de la Misericordia.

Este periódico publicaba en 1959 que García-Morato concluyó la Guerra Civil con 511 servicios, 112 ametrallamientos, 144 combates aéreos y 40 aparatos destruidos y que, «jamás», fue derribado por el enemigo.

El cortejo fúnebre atraviesa la calle Larios en abril de 1939

El piloto pudo disfrutar poco tiempo de esa gloria cosechada durante la contienda, pues falleció el 4 de abril de 1939 mientras participaba en el rodaje de una película para la ‘Legión Cóndor’. Después de una hora de acrobacias la aeronave que pilotaba impactó contra el suelo al tomar tierra.

Al estar casado con la malagueña hija de Gálvez se dispuso su entierro en Málaga, donde la comitiva fúnebre se convirtió en una concentración de apoyo al régimen y a sus colaboradores con carteles en los que se podría leer «Franco» de un extremo a otro de la céntrica calle Larios. Su destino entonces era el cementerio monumental de San Miguel. El de ahora, tras su segunda exhumación, se desconoce.