TRANSITORIDAD CATALUÑA

NOTA DE LA ASOCIACIÓN DE MILITARES ESPAÑOLES SOBRE LOS SUCESIVOS Y REITERADOS INTENTOS DEL GOBIERNO AUTONÓMICO DE CATALUÑA DE SEPARAR DE ESPAÑA ESTA REGIÓN

“No estoy haciendo la guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino.

No hay más que una Nación… ¡ESPAÑA! Antes de consentir campañas nacionalistas que nos lleven a desmembraciones que de ningún modo admito, cedería el paso a Franco”.

D. Manuel Azaña y Díaz

Presidente de la II República.

No es una equivocación situar en primer lugar la declaración del Presidente de la II República, Sr Azaña, como tampoco habrá quien tenga el atrevimiento de tildar su inclusión por nuestra parte de exaltación de nadie ni de nada salvo que se atreva a denunciar y procesar a quien la ha dicho, el Sr Azaña. Igualmente, ninguna persona, cualquiera sea la ideología que profese, podrá afirmar que la Asociación de Militares Españoles no respeta escrupulosamente la neutralidad política, porque, en los momentos que padecemos, lo que está en juego no es la accesión al gobierno de España de ninguna formación política en legítima competencia con el resto de las demás.

Lo que se está ventilando ahora es la existencia de, precisamente, la base que justifica y legitima esa competencia: si no existe ESPAÑA no existe tampoco la menor base para la lucha por el poder de ninguno de los componentes del espectro parlamentario. ESPAÑA no existe porque hay partidos políticos. ESPAÑA existe porque así lo quiere, y luego, repito luego, lo ha manifestado el honrado y sufrido pueblo español que es el único y verdadero SOBERANO de nuestra Patria. NO EXISTE ESPAÑA PORQUE ASÍ LO HAYAN ACORDADO Y APROBADO GENEROSAMENTE LAS IDEOLOGÍAS POLÍTICAS, circunstancia que no se debe olvidar nunca a la hora de repartir deberes y responsabilidades.

De todo lo anterior se deduce fácil y manifiestamente que es DEBER DE TODAS LAS FORMACIONES POLÍTICAS hacer todo, no todo cuanto esté en sus manos sino TODO, para que ESPAÑA continúe su existencia heredera de los más de quinientos años en paz y prosperidad. En ese DEBER tendrán, evidentemente, todo el apoyo por parte de los miembros de la Asociación de Militares Españoles, celoso cumplidores, como no podría ser de otro modo, de la Constitución Española que, de igual modo, es la voluntad del, repito, honrado pueblo español, no al revés. Tomando como ejemplo y norte la actitud de D. Manuel Azaña y Díaz que, no obstante su acendrada defensa de un régimen, incluso estaba dispuesto a “ceder el paso” a su más temido y odiado enemigo con tal de evitar la quiebra, el desmembramiento, de España. Otro ejemplo de igual generosidad, en este caso en el otro lado de los bancos de Las Cortes Españolas, es el de D. JOSÉ CALVO SOTELO, quien afirmaba “prefiero una España roja a una España rota”.

¿Tendrán, en este caso sí se podrá hablar de ello, generosidad suficiente los políticos como para poner por encima de sus programas el común deseo de los españoles? Quienes están destinados a regir los destinos de nuestra Patria no pueden, no DEBEN, olvidar que la confianza que los electores ponen sobre ellos es, única y exclusivamente, para ese ejercicio de dirección, pero NUNCA PARA QUE, POR OMISIÓN Y MUCHO MENOS POR COMISIÓN, toleren, permitan ni se entretengan en el peligroso juego de poner en peligro la existencia de ESPAÑA.

No es momento aquí de reproducir, pero sí de recordar, que la Asociación de Militares Españoles ya expresó en los años 2012, a raíz del planteamiento maximalista de Arturo Mas al presidente del Gobierno, Sr Rajoy, mediante la disyuntiva de “o pacto fiscal o independencia”, y 2013, su preocupación por las consecuencias que se derivarían de no aplicar en ese preciso momento todo lo diversamente previsto por la Constitución Española para frenar en seco el conato de separatismo.

Puede resumirse esa preocupación con las palabras contenidas en el juramente a la Bandera de España, que es de aplicación inmediata, mucho más en estos momentos, tanto a militares como a civiles a la hora de defender la soberanía e independencia de la Patria y que no son otras que las juradas o prometidas por los diputados y senadores en su toma de cargo:

“… ¿Juráis o prometéis… guardar y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado…?”

A lo que se debe añadir lo siguiente:

“Si cumplís vuestro juramento o promesa, la Patria os lo agradecerá y premiará, y si no, mereceréis su desprecio y su castigo como indignos hijos de ella”.

Castigo que, evidentemente, ha de traducirse en el proceso judicial correspondiente sea o no aforado quien incurre en él, porque el delito de LESA PATRIA debe estar por encima del aforamiento y ser perseguido de oficio por la Fiscalía General del Estado.

 

AME.  08/09/2017