La normativa prohíbe que este tipo de aeronaves aparquen en territorio español sin supervisión, salvo emergencia. La embajada del país africano sólo informó de la identidad de dos de los tres tripulantes
Un avión militar de la Fuerza Aérea de Mauritania, pilotado por dos aviadores españoles, aterrizó el pasado 7 de agosto en el aeródromo de Garray (Soria), una instalación con una única pista y carente de torre de control, combustible, servicio de bomberos y presencia de Guardia Civil o Policía Nacional para realizar controles aduaneros. Tampoco tiene servicios para la reparación de aeronaves. Se desconoce con certeza si desembarcaron personas o mercancías.
La solicitud formal de vuelo, a la que ha tenido acceso ABC, iba dirigidarigida al Ministerio de Asuntos Exterioresores y había sido tramitada por la embaja-mbajada mauritana en España, que alega-alegaba la necesidad de trasladar ell apa-aparato a Sevilla para realizar «opera-pera- ciones de mantenimiento» . Sin embargo, en la documentaciónn del plan de vuelo ya figuraba comoo des-destino el aeródromo soriano, ubica-bicado a unos 600 kilómetros de dis-distancia (en línea recta).
Según advierten fuentes dee las Fuerzas Armadas, el Gobiernoo no tendría que haber concedidoo el permiso, dado que la normativaiva prohíbe el aterrizaje de aerona-naves militares extranjeras en Es-España sin escolta y en instalacio-iones no controladas, salvo en casoso de emergencia. Este diario ha consultado tanto al Ministerioio de Asuntos Exteriores como al de Defensa los motivos por loss que el avión de la Fuerza Áreaa mauritana acabó aparcado enn Ga-Garray (Soria), sin haber obtenidonido res-respuesta al cierre de esta edición.
En la nota verbal enviada por la embajada de Mauritania a las autoridades españolas –un documento de 12 páginas en poder de este diario– el país africano solicitaba permiso para que su aeronave militar pisara suelo español el 5 de agosto, hecho que finalmente se produjo dos días más tarde, un retraso habitual en este tipo de vuelos, según los expertos consultados.
«La embajada de la República Islámica de Mauritania ante el Reino de España saluda atentamente al Ministerio español de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, y tiene el honor de solicitar la autorización de sobrevuelo y aterrizaje el dí a 5 de agosto, a f avor del avi ón (CASA 235) de la Fuerza Aérea Mauritana», se lee en el documento.
Además, las autoridades del país africano aclaraban que su aeronave no iba a transportar «ningún material o mercancía militar» y que su misión consistía en hacer «un vuelo en transbordador». También aseguraba que se evitarían «zonas pobladas y sensibles» y que iba a realizar «operaciones de mantenimiento en Sevilla».
No obstante, el plan de vuelo ya contemplaba como destino las instalaciones de Garray. Según la nota verbal emitida por el país africano, la aero
La normativa prohíbe que este tipo de aeronaves aparquen en territorio español sin supervisión, salvo caso de emergencia
nnavenave iba a nn salir del aeropuerto
inter-inter nacional de Nuakchot–Oumtounsy con código ICAO (las cuatro letras que utilizan los pilotos y controladores aéreos para identificar los distintos aeropuertos del mundo) GQNO, con destino al aeródromo soriano con código LEGY. Como aeropuerto alternativo figuraba el de Sevilla (LEZL).
Igualmente, en la documentación se indicaba que en el avión viajarían tres tripulantes. Sin embargo, la embajada mauritana sólo facilitó al Ministerio de Asuntos Exteriores la identidad de dos, ambos aviadores españoles: M. P., expiloto y comandante de Salvamento Marítimo en Canarias hasta marzo de 2024, y J. H., exmilitar y miembro de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar). Ambos cuentan con amplia experiencia con este tipo de aeronaves.
«La embajada de la República Islámica de Mauritania ante el Reino de España aprovecha la ocasión para reiterar al Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el testimonio de su más alta consideración», finaliza la nota verbal. El episodio ha generado inquietud entre los militares, alertados por la falta de controles y la supervisión estatal.
«Mercancías y personas»
El pasado 11 de agosto, el digital ‘Soria Noticias’N publicó imágenes del avión mauritano en la pista de Garray, tras captarlo in situ en las instalaciones cuatro días antes, bajo el título ‘Sorpprendente aterrizaje de emergencia’ de un avión del ejército de Mauritania en Garray’. «Se trata de un CASA/IPTN CCN-235, una nave turbohélice fabricada en España y diseñada especialmente para la patrulla de las costas y el transporte militar de corto y medio alcance tanto de mercancías como de personas», informaba el medio.
En el artículo también se mencionaba un «supuesto fallo técnico» como causante del «aterrizaje de emergencia». Y aseguraba que las fuentes consultadas por el diario no tenían constancia de este aterrizaje. «Así lo hacen la representación del Gobierno de España, responsables de la Guardia Civil y del tráfico aéreo, y la diputación provincial, propietaria de las instalaciones donde aterrizó la aeronave», explicaba.
El aeródromo de Garray, inaugurado en 2004 como instalación deportiva, turística y de apoyo a actividades de protección civil, se encuentra en plena transición de gestión: hasta ahora lo administraba la empresa Airpull, pero la última concesión ha sido ot orgada a l a r e c i é n c r e ada Sori a Flight Solutions. Mientras se formaliza el relevo, la responsabilidad recae en la diputación provincial.
Fuente:
https://lectura.kioskoymas.com/abc/20250826