► No ha respetado las medidas cautelares. Solo ha tenido que pasar un año en prisión provisional
«Ringo» es el apodo de uno de los grandes narcos de Europa del Este. Este serbio instaló en nuestro país un negocio con plantaciones de marihuana y también dispone de un narcosubmarino que cruza el Atlántico con cocaína. Una nave que no es amarilla, como el famoso «Yellow Submarine» de los «Beatles», aunque la famosa canción le haya servido para bautizarlo. La Guardia Civil detuvo a este hombre por sus negocios ilícitos. Después de un año en prisión pagó una fianza y quedó en libertad. Sin embargo, ha incumplido las medidas cautelares que le impusieron y se ha marchado a Dubái donde vive su hermano, según informan fuentes policiales a LA RAZÓN.
Un juzgado de Cuenca fue el que instruyó el enésimo procedimiento abierto contra este individuo. En este caso, la investigación de la Guardia Civil le imputó un delito de tráfico de drogas, organización criminal y blanqueo de capitales. El Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) fue el encargado de rastrear durante meses las actuaciones de esta banda venida desde Europa del Este. Escuchas telefónicas y seguimientos constituyeron las piedras angulares con las que reunieron un completo atestado de más de 400 páginas, al que ha tenido acceso este medio. Los agentes detuvieron a este hombre y a los miembros de su organización criminal en abril de 2024. Las plantaciones indoor de marihuana se encontraban en una nave en la localidad de Iniesta. El capo serbio vivía en Valencia y no tenía permiso de residencia. Los agentes le «pillaron» con más de 1.300 euros en efectivo ocultos en una caja de complementos alimenticios y también con abundante documentación de sus negocios ilícitos.
Para entender el poder de «Ringo» hay que remontarse a noviembre de 2022. La localidad conquense de Iniesta, con poco más de 4.500 habitantes, se vio entonces sorprendida por el desembarco en sus calles de un grupo de ciudadanos de Europa del Este. Estos sujetos no dejaban de rondar una nave agrícola y los agentes sospecharon que en su interior habían instalado una plantación de cannabis sativa modalidad indoor. Este fue el comienzo de la «Operación Aparcero», que terminó con la confirmación de las sospechas de los agentes.
Resultaba raro que los aparentes «empleados» de la nave no tenían un horario fijo de trabajo y que el arrendatario no había solicitado al Ayuntamiento ninguna licencia. «Se detecta que la nave objetivo, aun careciendo de actividad lícita, posee actividad en su interior; detectándose fuertes fuentes caloríficas emanando del interior de esta», señala la Guardia Civil en uno de sus informes. Este capo serbio estuvo más de un año en prisión provisional por estos hechos. A principios de mayo, un juzgado decretó su libertad previo pago de una fianza de 10.000 euros. Se le impusieron duras medidas cautelares, como la retirada de pasaporte o las firmas en la sede judicial. Decidió no cumplirlas y se marchó a Dubái con documentación falsa, donde vive su hermano. Varios de los narcos de este caso fueron defendidos por Ospina Abogados, que ha rechazado valorar esta noticia. Se da la circunstancia de que, hace meses, otro capo, en este caso de la temida Mocro Maffia, se marchó de España también tras quedar en libertad por una ínfima cantidad.