Nuevo veto del Gobierno al paso de un alto cargo a una empresa del sector privado. El ex director del Departamento de Seguridad Nacional (DSN), Miguel Ángel Ballesteros, no podrá incorporarse como asesor a Telefónica, según los documentos oficiales a los que ha tenido acceso EL MUNDO.
El reputado general había sido propuesto para sumarse al consejo asesor que brinda guía a la dirección de la compañía en materias como la defensa, la geopolítica y la ciberseguridad en el escenario internacional. Se trata de un órgano cuyos miembros no perciben remuneración alguna y que está compuesto por alrededor de una veintena de expertos que se reúne cada par de meses.
Esto se debe a que la Oficina de Conflictos de Interés, dependiente del Ministerio para la Transformación Digital y la Función Pública, denegó por incompatibilidad al ex alto cargo el establecimiento de esta relación profesional con la ‘teleco’.
El ex director del Departamento de Seguridad Nacional(DSN) es también doctor en Ciencias Políticas (con una tesis que obtuvo un premio extraordinario en 2015) y anteriormente también ejerció de general director del Instituto Español de Estudios Estratégicos (CESEDEN) entre 2009 y 2018, cuando dio el salto al Palacio de la Moncloa para dirigir el DSN. Esta unidad fue creada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2009. Su cometido es asesorar en esta materia al presidente del Gobierno, del que depende directamente a nivel orgánico.
Al tener esta posición el rango de alto cargo, el militar está sujeto al régimen de incompatibilidades que dicta que, hasta dos años después de su cese, debe comunicar a esta oficina sus nuevas actividades profesionales, sin poder «prestar servicios en entidades privadas que hayan resultado afectadas por decisiones en las que hayan participado».
Con carácter general, esta norma ha sido aplicada de forma muy flexible por parte de esta oficina, que apenas ha emitido resoluciones negativas a las peticiones de los antiguos altos cargos para dar el paso al sector privado. En lo que va de año, se han emitido más de 60 autorizaciones, frente a solo tres rechazos.
Al mencionado caso de Ballesteros se suman otras dos negativas. La más mediática fue la de Isabel Pardo de Vera, que estuvo a punto de ser nombrada presidenta de Asval, la Asociación de propietarios de vivienda en alquiler. Sin embargo, terminó rechazando el puesto antes de que se completara el procedimiento –que denegó la compatibilidad– ante las críticas recibidas y el rechazo público del Ejecutivo.
El otro fichaje truncado por la Administración fue el de la ex secretaria de Estado de Inteligencia Artificial y Digitalización, Carme Artigas, por Airbus. Tal y como desveló este diario, en ese caso el Ejecutivo lo achacó a que una entidad presidida por la en ese momento secretaria de Estado había otorgado ayudas en dos ocasiones al fabricante de aviones.
Pese a tener 71 años, Ballesteros parece decidido a no abandonar aún la vida profesional. El experto en geopolítica ha pasado a formar parte del Comité de Estrategia del Grupo Oesía, una actividad que ha recibido la luz verde del Gobierno pese a tratarse de una empresa del sector de la defensa, íntimamente ligado con el ámbito de su actividad en el Gobierno.
Además, Ballesteros también ha recibido aprobación para incorporarse a la consultora de Iván Redondo, con quien coincidió en el Palacio de la Moncloa, y a la firma Sun Tzu Consulting SL. Esto lo compagina con la docencia, ya que también imparte clases en la Universidad de Málaga, la Universidad Internacional de Andalucía y la Universidad Rey Juan Carlos.
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