¡La paz es el único camino! Agapito Maestre

 

 

La paz es el único camino. No hay otra salida para la guerra entre Ucrania y Rusia. Esta sencilla verdad de Trump es compartida por rusos y ucranianos. Ha obligado a negociar a Putin, utilizando armas diplomáticas, militares, económicas y políticas, y ahora está disciplinando a Zelenski, quien se ha mostrado muy gallito en el despacho oval de la Casa Blanca cuando la cosa pudiera haber llegado a su final. Cuidado, señor Zelenski, entre el heroísmo y el cretinismo hay una línea muy delgada que se atraviesa con suma facilidad, sobre todo cuando uno abusa de lo que nuestro gran Unamuno llamó el «cerebro cojonudo».

La arrogancia mostrada por Zelenski ante su anfitrión en Washington será recordada durante décadas. Vance, el vicepresidente de EE.UU., no pudo soportar algunas de sus impertinencias, y estalló cuando Zelenski despreció el camino de la diplomacia y la política exterior no sólo de Trump sino de todas las anteriores administraciones de EE.UU. para resolver el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia. Fue entonces, exactamente en el momento que Zelenski cuestionó la vía de la política frente a la de la guerra, cuando JD Vance le pidió respeto para EE.UU. y su actual presidente. Zelenski estaba escupiendo sobre el plan de paz de Trump. Era menester interrumpir el espectáculo. Trump que, hasta este momento, mostró una gran paciencia, e incluso tuvo un comportamiento realmente generoso con Zelenski, le paró los pies y lo mandó a «reflexionar» sobre lo sucedido.

Sí, quien vea los cincuentas minutos de conversación pública entre Zelenski y Trump, junto a otros miembros de su gabinete, tendrá que levantar acta de las continuas insolencias, exabruptos y mentiras que soltó el presidente de Ucrania ante el mundo entero, entre otras mantener que Ucrania estuvo sola ante Rusia… Falso. Hasta Morawiecki, antiguo presidente de Polonia, ha sacado un comunicado cuestionando el relato de Zelenski sobre la soledad de Ucrania. Naturalmente, la perfomance montada por Zelenski, en el despacho oval de la Casa Blanca, se la ha vendido a su parroquia, cada vez más reducida, como un gesto más de valentía de los ucranianos ante el poderoso EE.UU. Imagino que Putin guardará un cauteloso silencio, mientras le susurra a sus allegados: «Ya os avisé que no se podía pactar con un cómico», pero a la par insistirá en que no hay que fiarse de los americanos. En verdad, todas esas conjeturas son un ejercicio de flatus vocis, palabrería, que no tendrá apenas valor ante el plan, el único plan, que existe para acabar con la carnicería de esta guerra.

Junto a esa ley, que es una forma de presión para que Putin no se levante de la mesa de negociación, Trump ha prorrogado un año más el embargo a Rusia. ¡De eso no habla nadie! O se cita sólo de pasada al final de toda la morralla «informativa» que nos sueltan los medios de comunicación europeos. ¡Curioso! Pues sí, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prorrogado el jueves pasado un año más la declaración de emergencia nacional con respecto a Ucrania, decretada en 2014 tras la anexión rusa de la península de Crimea, se renovó en 2018 y en 2022. Trump firmó el decreto, también casualmente, un día antes de la visita de Zelenski a la Casa Blanca. Este decreto hace mención a «la amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos» que suponen las acciones y políticas de ciertos actores contra las instituciones democráticas en Ucrania, su seguridad, soberanía e integridad territorial. La lista de sanciones ampliadas aún no ha sido publicada, pero estoy convencido que ninguna de ellas le hará maldita gracias a Putin. Prorrogar, en fin, el embargo a Rusia ya es un castigo a Putin más grande, sospecho que todas la medidas restrictivas que pudiera imponerle la Comisión Europea.

Las sanciones impuestas a Rusia por la guerra de Ucrania, que comprenden la inmovilización de activos y la prohibición de entrar en el territorio de la UE y afectan a más de 2.400 personas y entidades rusas, entre las que figuran en primer lugar el presidente ruso Vladímir Putin, después su incombustible ministro de Asuntos Exteriores Serguéi Lavrov, también se señalan a varias entidades rusas y ucranianas, incluidas 14 empresas de defensa, y además se han impuesto sanciones específicas que limitan cierta financiación a seis de los bancos más grandes de Rusia y a cuatro empresas de energía, etcétera, etcétera. No creo que esas sanciones se casen bien con las imputaciones que se le hacen a Donald Trump de haberse vendido a Putin. ¡Qué locura! No cabe en mis entendederas que la mayor potencia económica, militar, política y cultural del mundo se entregue a Rusia, que es hoy una nación en declive (en población, territorio, esperanza de vida, alimentación, dependencia de China, cientos de miles de muertos en Ucrania, etcétera). ¡Cuántas mentiras más tendremos aún que soportar! Miles de cabezas nucleares guarda Putin, dicen por ahí personas no muy informadas y otros lo repiten como papagayos. Supongo que las tendrá a buen recaudo en la despensa de su casa. Basta ya de imbecilidades. Tres veces intentó Rusia probar un Misil Intercontinental, desechado hace años por EE.UU., y las tres fracasó. Las dos primeras se desintegró antes de ser lanzado, y la tercera destrozó el polígono militar donde se llevaba a cabo el «experimento». La radioactividad en la zona creció a niveles jamás alcanzado… ¡Pobres rusos!

En fin, ante tanto bulo y engaño, Trump está demostrando que la paz, repito, es el único camino. No hay otra salida. Obligó a negociar a Putin y ahora está disciplinando a Zelenski para que acepte su plan. El resto es faramalla.

 

Fuente:

https://www.libertaddigital.com/opinion/2025-03-02/agapito-maestre-la-paz-es-el-unico-camino-7226024/