El Reino Unido ha adoptado una decisión militar clave mediante la Revisión Estratégica de la Defensa (Strategic Defence Review, SDR): el país pasa a estado de preparación bélica para su defensa, la defensa de Gibraltar y la zona euroatlántica. El documento, que marca las claves futuras de la defensa británica, diseña la defensa general de todo el país, con una importante inversión en sistemas de armamento de largo alcance, submarinos de ataque y sistemas de defensa antiaérea y antimisiles.

Pero también hace una gran apuesta por la defensa del Peñón, que considera una base crucial para sus intereses. Hasta el punto de que el Mando Estratégico de las Fuerzas Armadas Británicas en Gibraltar ha informado a los ciudadanos gibraltareños que el Peñón es «vital para la defensa de Europa por parte del Reino Unido». Subraya en este sentido que «es la puerta del mar Mediterráneo y el océano Atlántico, y actúa como base de servicio para todo tipo de buques de la Royal Navy, además de aportar una inteligencia fundamental de la situación marítima del Estrecho de Gibraltar».

El Mando Estratégico asegura que la base también proporciona a las fuerzas militares británicas entornos de entrenamiento de tipo litoral, urbano y subterráneo «de incalculable valor». Pero pone el acento en que los sistemas de comunicación de las Fuerzas Armadas Británicas en Gibraltar, las instalaciones de su pista de aterrizaje y el puerto de Gibraltar convierten al Peñón en una «base crucial para el Reino Unido y la OTAN». «La inversión y modernización de la Defensa del Reino Unido en el marco de la Revisión Estratégica de la Defensa hará que Gibraltar siga desempeñando un papel vital en la defensa del Reino Unido y de la región euroatlántica», subraya.

Sea como sea, Reino Unido ha decidido afianzar militarmente el Peñón, aunque su hoja de ruta estratégica aborda las grandes líneas de la defensa de todo el país. La expansión de la flota de submarinos de ataque de la Royal Navy incluirá la construcción de cuatro nuevos submarinos nucleares de la clase Dreadnought. Esto se suma a la inversión de 15.000 millones de libras esterlinas en el programa británico de cabezas nucleares, que garantiza el futuro de la disuasión nuclear del Reino Unido para las generaciones venideras.

Asimismo, serán destinados hasta 1.000 millones de libras de nueva financiación a mejorar las capacidades integradas de defensa aérea y de misiles del Reino Unido, lo cual aumentará la capacidad de detectar a distancia las amenazas a Europa y derrotarlas mediante redes mejoradas en todas las Fuerzas Armadas británicas. También mejorará la integración con los aliados de la OTAN que afrontan las mismas amenazas.