Los pilotos militares deben tener en el ADN unas características distintas, ya que la opinion de COPAC, no abarca a los pilotos militares del 43 Grupo de FF.AA, que tiene como lema «mientras haya fuego alli estaremos»……
► El colegio oficial avisa de que aumentárselas a los que las están agotando supone un riesgo
Los pilotos no ven con buenos ojos que los profesionales que están trabajando en las labores de extinción de las decenas de incendios forestales todavía activos en España puedan volar más horas de las que tienen autorizadas.
Como informó LA RAZÓN en su edición el pasado miércoles 20 de agosto, la Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias (Ataire), que engloba a las empresas del sector contratadas por las administraciones para la lucha contra los incendios; está negociando con la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), dependiente del Ministerio de Transportes, la posibilidad de ampliar el límite de 80 horas de vuelo en 28 días seguidos que tienen autorizadas los pilotos dado que algunos de ellos están muy cerca de superarlo y la situación de algunos incendios sigue siendo crítica.
Una medida que desde el Colegio Oficial de Pilotos (Copac) no ven con buenos ojos. En una nota informativa hecha pública ayer, el Copac considera que las exenciones en las limitaciones de actividad y descanso de los pilotos suponen «un riesgo para la seguridad operacional».
Según el colegio, las limitaciones de tiempo de vuelo y de actividad y los requisitos de descanso para las tripulaciones de lucha contra incendios son «una medida de seguridad para los pilotos que hacen frente a los incendios, en condiciones físicas y mentales extremas ante la emergencia en la que se desarrollan las operaciones aéreas. Esa limitación de horas se basa en criterios científicos y de seguridad operacional, por lo que ampliarlas supone ampliar el nivel de riesgo», advierte.
El Copac asegura ser consciente de la gravedad de la situación en numerosas zonas del país, pero manifiesta su «total oposición a cubrir las carencias y la falta de planificación de las administraciones, de los operadores aéreos y de la autoridad aeronáutica aumentando las horas de vuelo y, por lo tanto, la exposición al riesgo de los pilotos».
Para el Copac, es «muy preocupante recurrir a excepciones, en lugar de trabajar en establecer soluciones efectivas, seguras y sostenibles sin necesidad de improvisar medidas que restan seguridad». Asimismo, recuerda que los pilotos de extinción de incendios son profesionales altamente especializados que realizan un servicio público esencial para combatir los efectos devastadores de los incendios. «Una labor que debe realizarse en condiciones de seguridad y con la planificación adecuada por parte de las autoridades medio ambientales y aeronáuticas», concluye.
Aunque todavía no se ha tomado una decisión al respecto de qué hacer para solucionar el problema de las horas de vuelo, no sería la primera vez que la AESA opta por una exención pues, según Copac, ya recurrió a ampliar las horas de 80 a 120 ante la grave campaña de incendios de 2022.
Como explicó a este periódico Dámaso Castejón, secretario general de Ataire, en una campaña de incendios normal como la vivida el año pasado o los anteriores esta limitación horaria es suficiente. Pero este año, con tantos incendios graves y todos a la vez, todos los efectivos disponibles están volando al mismo tiempo.
Esta circunstancia está impidiendo a las compañías organizar turnos de refresco para las tripulaciones y está llevando a que muchos pilotos estén en riesgo de no poder volar en breve porque están muy cerca de agotar las 80 horas que tienen autorizadas, lo que podría afectar a 180 aeronaves.
Algunos pilotos están llegando al límite del tiempo que tienen autorizado operar sin días de descanso
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