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El informe preliminar del accidente del F-18 indica que el impacto frontal con un buitre provocó la rotura de la cúpula del avión
El accidente que tuvo lugar el pasado 4 de octubre en las inmediaciones de Peralejos (Teruel), en una misión de entrenamiento de dos aviones en vuelo a baja altitud.
Según el comunicado de la CITAAM, en el momento del impacto con el ave, el teniente coronel volaba en formación táctica con su líder, en paralelo a 2 kilómetros de distancia, a una velocidad de 800 km/h y una altura de 220 metros sobre el terreno. La misión estaba diseñada sobre un perfil de vuelo en una ruta autorizada, dentro de un área de entrenamiento habitual en la provincia de Teruel. «Tras la colisión con el buitre de grandes dimensiones, el caza prosiguió su vuelo de forma no gobernada hasta el impacto con el terreno. La aeronave se encontraba apta para la tarea y la exigencia inherente a la misión encomendada a un avión de combate. De la investigación no puede inferirse error humano alguno que contribuyera al accidente», asegura el informe.
El teniente coronel se encontraba destinado en el Ala 12 de la base aérea de Torrejón, en calidad de jefe del Grupo de Material, donde lideraba un equipo de más de 300 personas. Con más de 2.300 horas de vuelo, estaba considerado como un piloto de alta experiencia. En 2024, fue jefe de Fuerza en el Destacamento Vilkas, en Lituania, en el marco de la operación OTAN Baltic Air Policing, rotation 65 (BAP-65). Anteriormente, había participado en dos ocasiones en la misión ISAF en Herat (Afganistán), en 2007 y 2008. Contaba con tres Cruces al Mérito Aeronáutico con distintivo blanco, la Cruz y la Encomienda de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, así como la medalla OTAN Artículo 5.
Palabras de adiós
Desde su unidad, el Ala 12 se ha destacado su carrera marcada por el compromiso, la lealtad y la disciplina. A continuación, reproducimos las palabras de adiós desde su unidad:
«El teniente coronel Estrada representaba la excelsitud en los valores del aviador del Ejército del Aire y del Espacio. Su carrera profesional se guio siempre por el compromiso, la lealtad y la disciplina. Como piloto, fue un adalid de la seguridad de vuelo y un referente de la cultura justa en operaciones aéreas. Su carisma y calidad humana le hicieron acreedor del respeto y la admiración de superiores, subordinados y compañeros. Su reputación le precedía, tras tantos años demostrando su profesionalidad y saber hacer en todos sus destinos, siempre al servicio de España.
»Pablo fue un oficial digno de la admiración, el respeto y el cariño de todos los que tuvieron la suerte de volar con él, servir a su lado o estar bajo sus órdenes. Una persona de extraordinaria generosidad, capaz de darlo todo por su familia, amigos y compañeros. En nuestro recuerdo pervive como la persona entrañable y de sonrisa sincera. En nuestra vida será siempre el ejemplo a seguir. La visión de Pablo como modelo de Caballero del Aire residirá en un lugar privilegiado: la memoria de los que lo conocieron y nunca lo olvidarán».
»Desde tu unidad, el Ala 12, ponemos tu alma en los brazos de nuestra Patrona la Virgen de Loreto. Desde la tierra, te pedimos que sigas velando ahora en el cielo por nosotros, en especial por tu mujer Gema y por tus hijos Pablo, Nacho, María y Carlota».