Las Fuerzas Armadas se preparan para modernizar la forma en que adiestran a la tropa
La defensa del territorio nacional se ha visto sacudida por la llegada de tecnologías que antaño podían parecer fruto de una narración de ciencia ficción «pulp».
La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha demostrado que la guerra ha evolucionado irreversiblemente y que las fuerzas armadas deben estar preparadas para este nuevo escenario que altera las dinámicas tradicionales.
Conscientes de ello, desde el Ejército de Tierra han unido fuerzas con la corporación sueca de defensa y seguridad Saab y la española Tecnobit (perteneciente al grupo Oesía) para incorporar la tecnología Gamer a las maniobras de la tropa. El objetivo es desplegar y explotar táctica y técnicamente los sistemas de simulación de duelo individual y de vehículos bajo un contrato valorado en unos 34 millones de euros.
Esta tecnología supone un ecosistema de entrenamiento en vivo que permite a las unidades militares realizar ejercicios utilizando láseres codificados. Estos simulan la balística y la letalidad del armamento real, lo que elimina la necesidad de munición de guerra durante las maniobras tácticas, pero mantiene el realismo operativo mediante el uso de cartuchos de fogueo y pirotecnia.
De los videojuegos a la realidad: la simulación como forma de adiestramiento
La dicotomía entre realismo y seguridad siempre ha generado tensión en lo referente a las simulaciones militares. La problemática de los ejercicios con munición de fogueo residía en la subjetividad de su ejecución, pues dependían siempre del ojo humano para determinar el resultado de los enfrentamientos. La llegada de los Sistemas de Simulación de Enfrentamiento Táctico ha ido resolviendo esta brecha, aunque se trataba de una tecnología que requería un perfeccionamiento progresivo para subsanar sus carencias.
La tecnología
Gamer mitiga los inconvenientes habituales en este tipo de servicios y digitaliza el campo de batalla físico con un doble propósito. Por un lado, solventa las limitaciones de las maniobras con fogueo; por el otro, permite obtener un conocimiento en tiempo real de una ingente cantidad de datos para valorar, a nivel individual, la capacidad de reacción de cada soldado y oficial.
El sistema opera mediante una arquitectura avanzada y compleja. Los combatientes a pie portan un dispositivo de detección personal, compacto y ergonómico, adaptado al soldado moderno. Consta de una matriz de sensores incorporada en chalecos y cascos que cubre la totalidad del cuerpo para garantizar la detección del efectivo y registrar si este es alcanzado por el fuego rival.
Cuando el soldado es alcanzado por los láseres enemigos, una serie de señales acústicas y visuales le informan de si ha resultado herido o muerto; el sistema podría, incluso, bloquear el arma del combatiente para impedirle disparar. Finalmente, implementa un equipo GPS de alta precisión para transmitir la posición y el estado de salud del efectivo en tiempo real al centro de control.
Habrá una simulación de «rigor» para optimizar recursos y datos
El armamento reglamentario del Ejército de Tierra, como el fusil HK G36E y la ametralladora HK MG4, se adapta con un transmisor que detecta la detonación de los cartuchos de fogueo. Basándose en ello, dispara un láser que impacta contra los sensores de los oponentes. Mediante un complejo sistema de posicionamiento geométrico, el ordenador calcula la caída del proyectil, la deriva del viento y el tiempo de vuelo de la munición real para ofrecer una fidelidad absoluta respecto a cómo funcionaría el arma en un enfrentamiento moderno.
Pese a que el enfoque principal se centra en la infantería, la potencia del sistema radica en su capacidad para integrar vehículos de combate, lo que facilita el adiestramiento de armas combinadas. El Ejército de Tierra emplea el sistema BT46 para sus carros de combate Leopardo 2E y los vehículos de combate de infantería Pizarro. Este simula la balística, el tiempo de vuelo y la curva de los proyectiles de los cañones de ambos blindados; además, reconoce el blindaje del vehículo en cada sector para determinar la capacidad del armamento enemigo de neutralizar o dañar la unidad.
Fuente:
http://Un videojuego llevado a la vida real, así entrenarán las tropas del Ejército de Tierra